martes, 20 de diciembre de 2016

Una reflexión de Octavio Paz



ENRICO MARIO SANTÍ: Pocos escritores como tú han logrado destacarse tanto en poesía como en ensayo. Con raras excepciones diría yo, el poeta no suele ser buen ensayista o viceversa. ¿Cómo explicas esa doble vocación tuya?
OCTAVIO PAZ: Bueno, yo no estoy muy de acuerdo contigo. Creo que en la historia de la poesía y de la literatura de Occidente, desde el principio, ha habido grandes poetas que también han sido excelentes ensayistas. El ejemplo más notable fue el de Horacio, uno de los grandes poetas de Roma y también el que escribe una poética, una poética en verso, pero es un ensayo, una reflexión sobre la poesía. Lo mismo digo de Lucrecio, en el cual la poesía está ligada íntimamente al discurso filosófico. Pero, en fin, yo creo que el ejemplo más notorio de esto es Dante. Dante probablemente es el poeta más importante de nuestra civilización. Al mismo tiempo, fue uno de los intelectuales más notables de su época. Le debemos ensayos esenciales sobre el lenguaje vernáculo, fue el primero que habló sobre este tema, sobre la política, la monarquía, las relaciones entre el papado y el imperio, sobre el amor. Su gran libro de amor, el de la juventud, es también una reflexión sobre el amor. Y después en la tradición española, imagínate, San Juan de la Cruz, la mitad de su obra también es la reflexión sobre su propia poesía, o el gran Quevedo, que es uno de los grandes ensayistas y uno de los grandes poetas de la lengua. Después en la época moderna, pues tenemos a Coleridge y sobre todo tenemos a Baudelaire. No pensaríamos casi nada de lo que pensamos sobre arte, sobre poesía, sobre la modernidad sin Baudelaire. Fue un gran poeta pero también fue un gran ensayista. Y claro en el siglo XX, pues está lleno de figuras notables que han sido grandes poetas: el francés Valéry, el ingles-norteamericano Eliot, y en España tenemos una gente que ha sido nuestro maestro, Antonio Machado. Así es que no, yo sí creo que la poesía y el pensamiento viven en casas separadas, pero contiguas. Hay siempre un pasadizo secreto, y los buenos poetas frecuentan el pensamiento porque la buena poesía es lucidez y también los grandes filósofos se alimentan de poesía.


OCTAVIO PAZ, recogido por Enrico Mario Santí en Conversaciones con Octavio Paz, Confluencias Editorial, Salamanca, 2014, págs. 40 y 41

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